
Apoyo a los amigos con discapacidad
Cada persona aporta a sus amistades sus propios antecedentes, personalidades, necesidades e intereses. Tanto si una persona procede de un entorno cultural o étnico distinto del tuyo, tiene opiniones diferentes sobre política u otros temas, como si tiene una discapacidad, sigue teniendo derecho a esperar cariño, apoyo y comprensión de sus amigos.
Sin embargo, no siempre es fácil saber cuál es la mejor manera de apoyar a una persona con discapacidad. No pasa nada. Lo importante es que te preocupes lo suficiente como para escuchar e intentarlo. Aquí tienes algunas cosas que puedes tener en cuenta y que te pueden ayudar:
Sea curioso
Tu disposición a hablar de la discapacidad de tu amigo, a hacerle preguntas respetuosas y a mostrar curiosidad, le ayuda a sentir que puede ser él mismo contigo y que te importa de verdad.
Ver el todo persona
Que una persona tenga una discapacidad no significa que eso sea todo lo que hay que discutir. Son más que sólo una discapacidad. También tienen intereses y prioridades, como cualquier otra persona. Deberías poder hablar de todo las cosas que os importan a los dos.
Ser un buen amigo cuesta trabajo
Esto es igual para todos los amigos. Sólo sacas de una amistad lo que pones en ella. Si tu amigo tiene una discapacidad, a veces necesitará un poco más de comprensión, paciencia o comunicación. Puede que tengas que darle más margen cuando los planes cambien o se cancelen. Haz todo lo posible por ser flexible, ofrecer alternativas y evitar juzgarle. Dales la misma comprensión que tú esperas recibir.
Ser un aliado en el mundo
Puedes contribuir a hacer del mundo un lugar más amable apoyando actos, actividades y empresas accesibles e inclusivas para las personas con discapacidad. Aboga por estas cosas en todos los ámbitos de su vida.
Ser un espacio seguro
A veces, una persona discapacitada necesita un espacio seguro para desahogarse, expresar su decepción, frustración, enfado o tristeza. Lo mejor que puedes hacer es escucharles y darles tu cariño y apoyo. No tienes que resolver sus problemas. Lo único que importa es que escuches para que esa persona se sienta escuchada.
Centrarse en amigable humor
El humor y las bromas son partes importantes de toda amistad. Es normal bromear con ligereza y todos hemos hecho alguna vez bromas sobre nosotros mismos o sobre los demás, por ejemplo, llamarnos «torpes» cuando tropezamos y nos caemos. Como amigo, no hay que tener miedo a ser juguetón, pero seguir el ejemplo de la otra persona. Fíjate en su comportamiento. ¿Parecen sensibles a las bromas? Presta atención cuando utilices el humor; asegúrate de que la otra persona sabe que sólo estás bromeando y que no pretendes ser desagradable. Mantén conversaciones abiertas sobre el tema. Intención es lo que importa; deja claras tus buenas intenciones y aléjate de todo lo que pueda herir susceptibilidades.
Nada sobre ellos sin ellos
Una persona con discapacidad no es menos persona. No minimices sus experiencias hablando o actuando en su nombre, a menos que te lo pidan expresamente. Puedes permanecer a su lado y defender con ellos, pero no sientas que necesitas hacerlo para por ellos.